(c) Mi Tractatus CXXXIV

"La lógica llena el mundo; los límites del mundo son también sus límites. No podemos, tampoco decir, en lógica; en el mundo hay ésto y ésto, aquello no. En efecto, ésto supondría, aparentemente, que excluimos ciertas posibilidades ; y ello no puede ser el caso, porque, de otro modo, la lógica tendría que rebasar los límites del mundo: si es que, efectivamente, pudiera contemplar tales límites también desde el otro lado. Lo que no podemos pensar no lo podemos pensar; así pues, tampoco podemos decir lo que no podemos pensar." 5.61. El mundo estaba constituido por la totalidad de los hechos. En la teoría de W. se recogen, pues, todas las posibilidades. La imagen lógica de los hechos era el pensamiento, lo cual limita la capacidad del hombre a un número determinado de eventos. Cualquier hecho que no pertenece a este mundo no puede ser pensado ya que no tenemos una imagen lógica del mismo. Si no puede pensarse tampoco puede haber nada escrito. Todo lo que escribimos sobre teología, ciencia ficción, espíritus, materia y antimateria...pertenece a un subconjunto de hechos dentro del conjunto o totalidad de los mismos.

"Esta observación ofrece la clave para resolver la cuestión de en qué medida es el solipsismo una verdad. En rigor, lo que el solipsismo entiende es plenamente correcto, sólo que eso no se puede decir, sino que se muestra. Que el mundo es mi mundo se muestra en que los límites del lenguaje (del lenguaje que yo sólo entiendo) significan los límites de mi mundo. " 5.62. De acuerdo con W. estamos limitados por nuestro propio uso del lenguaje. De hecho la educación consiste en ampliar el uso del lenguaje coloquial, entrando en contacto con los símbolos y signos del lenguaje matemático y los de la física, la química o las ciencias naturales. Podríamos mencionar a Rousseu o el nacimiento con la revolución francesa y el estado prusiano, de la educación primaria obligatoria. La educación representa nuevos límites individuales y sociales.

"El mundo y la vida son una y la misma cosa" 5.621. Es la primera vez que W. escribe sobre la vida. La vida es un hecho. La muerte es también un hecho. Posiblemente la vida y la muerte sean la misma cosa aunque dentro de espacios tiempos distintos. Existe el mundo y también el otro mundo. Sin embargo, W. rodeado de muerte durante la primera guerra mundial, escribe que el mundo es vida, es eros, lo cual contradice su experiencia bélica. En cierto aspecto, si realizamos la negación lógica de esta proposición escribiríamos, la no vida o muerte supone la inexistencia del mundo, lo cual es ciertamente falso en términos generales. El apocalipsis representa una muerte cósmica. Para el judaísmo la muerte es castigo. Muerte biológica y muerte teológica no coinciden. La vida es también una función del hombre. Los hechos vitales pueden ser funciones. Existen etapas en la vida, como la adolescencia en las que el individuo quiere cambiar el mundo, a través de una postura crítica, creando un modelo inicialmente rechazado por el estado de cosas, es decir, es capaz de crear teorías abstractas. El adolescente crea hipótesis y llega a conclusiones, utilizando un pensamiento formal, hipotético deductivo. La madurez es una adecuación entre modelos o estados de cosas en potencia y acto. El mundo mitológicamente es un hecho físico de separación de cielo y tierra.

"Yo soy mi mundo. (El microcosmos)." 5.63. El mundo era, en la primera proposición, todo lo que era el caso, lo que significa que el caso y su yo-objeto, coinciden. W. ha caido. La física del microcosmos, del griego kósmos, mundo, es actualmente sinónimo de física cuántica. Es también unidad total individual autosuficiente.

El yo de Piaget, se crea durante los primeros dos años de vida. Para Freud, el yo, la personalidad, se forja a partir de las experiencias de los primeros siete años. Para otros autores el niño descubre el yo a los siete años. El primer año, un bebé juega el 100% del tiempo, el segundo año practica juegos ficticios. El tercer año reduce el tiempo de juego al 72%. De dos a cuatro años, desarrolla una fase egocéntrica, antropomórfica. Durante la vejez y posiblemente durante los primeros años de vida, las personas son consideradas objetos. Posiblemente esta proposición es una de las frases más famosas de W. Sin embargo, tiene que recurrir a otras fuentes como la psicología freudiana o la cosmología alquimista para construirla. Durante la guerra ha desarrollado un instinto de conservación que junto al instinto sexual forman el eros de Freud. El eros más las normas morales o sociales, junto con los hechos, crean la realidad freudiana. W., no podría ser de otra forma, sufre un conflicto psíquico. Después de ser prisionero de guerra, su obra es rechazada varias veces y solamente es aceptada por personas que realizan críticas absurdas que le disgustan como la hecha por B. Russell acerca de su misticismo. Todo lo que se puede decir sobre su ascetismo es que renuncia a una herencia considerable. En su biografía se dice también que trabajó de jardinero, lo cual indica un alejamiento del poder político o de los convencionalismos sociales de la alta burguesía. En la época de Alejandro Magno el jardín botánico estaba relacionado con la liberación de esclavos. W. se considera a sí mismo una isla, un oasis, un espacio lógico individual, un microcosmos, un esclavo de los hechos.

Existe un carácter y una personalidad psicobiológica a partir de una historia, una vida o una sucesión de hechos. El microcosmos o el hombre, representa en filosofía un acto puro de Dios, un modo de ser o la perfección infinita, un bien supremo del macrocosmos o universo, una concepción trágico panteísta del mundo, cosa que W. rechaza. La perfección individual y la perfección social no coinciden. Para Dilthey, la concepción del mundo está subordinada a un tipo psicológico, una forma de espiritualidad, para Scheler, a una sociología de la cultura y para Kant a una unidad de las apariencias. La perfección del objeto se realiza a través de la experiencia. Para la religión india del vedismo, la perfección puede encontrarse en el paraíso. W. es, según él mismo, un subconjunto de hechos. El sujeto adquiere importancia aunque W. no cree en él y de nuevo esta definición del ser, es similar a la de Husserl que define el yo como sujeto transcendental puro de todos los hechos vividos. Para Hegel, el yo es sujeto pensante ideal, una abstracción de la experiencia; para Fichte, un absoluto; para la escolástica medieval, una sustancia espiritual, para Kant una condición necesaria de la autoconciencia empírica, para Mach un complejo de sensaciones y para Hume el resultado de percepciones o impresiones. Para el pedagogo alemán Paul Bergemann 1867-1946, la expresión "hombre" no tiene significado y por ello no puede ser sinónimo de microcosmos u objeto de educación.

El microcosmos es, en la cosmología de la alquimia del árabe chymeia, el hombre. Existen en esta cosmología tres mundos, el hombre, Dios y la naturaleza. El hombre de W. es un objeto de naturaleza bioquímica. La química y todo lo relacionado con ella tiene origen árabe y judío, lo que representa, también un conflicto. El microcosmos es también un concepto taoísta, químico y mágico, perteneciente a la filosofía china, tao significa camino en chino, y su objetivo es la inmortalidad del hombre o la creación de un hombre divino, en el que cada miembro corporal está ocupado por una deidad. El taoísmo popular aconseja unas prácticas dietéticas, la meditación contemplativa o intuición (similar al tun-wu chino o satori japonés), unos ejercicios respiratorios y físicos e incluso unas prácticas sexuales. En una segunda fase, el tao se convierte en una fuerza cósmica. También pertenece al taoísmo la importancia del nombre de las cosas. Para el tao, nombrar significaba poseer el ser. Esta proposición transmite cierto fatalismo, posiblemente relacionado con la guerra, ya que el tao representa un destino, un nivel ascético, un poder impersonal misterioso y una coordinación total cósmica. El taoísmo nunca fue religión o credo oficial en Asia. Después del tao, dentro de un orden lexicográfico se encuentra tapa y la expresión "volar la tapa de los sesos", sinónimo de romper el cráneo. Un final así, representa una conversión en naturaleza o un retorno a la misma. A pesar de lo anterior, W. es conocido por crear las tablas de verdad. En ajedrez, las tablas son sinónimo de empate. Alemania pierde la guerra, W. no. El microcosmos se encuentra también en ciertos escenarios del budismo ancestral o chaitya que constan de árbol, altar de piedra y fuente de agua. El árbol representa la renovación, la piedra la permanencia indestructible, y la fuente de agua, la vida.

También encontramos el microcosmos en prácticas o creencias como la quiromancia, que fue, en su día, apoyada por Aristóteles. Las líneas de la mano, normalmente la derecha, reflejan el futuro de una persona ya que las líneas y la forma de las manos son consideradas un microcosmos, una imagen completa, una proyección de las estrellas o del Universo en el hombre. La quiromancia del griego cheir mano tenía en la antiguedad carácter divino y está relacionada con la astrología o la cábala, en hebreo qabbala o mística judía. La creación del mundo estaba relacionada con diez números primordiales y las veintidós letras del alfabeto hebreo. Dígitus significa dedo en latín.

Para los estoicos, el mundo, la divinidad y el alma del mundo coinciden. El alma, el yo, es considerada por Hegel un momento individual del espíritu absoluto. W. escribe entonces, "mi alma es mi propia divinidad". Para los epicúreos, W. escribe,"mi alma es mi propia atomicidad". Para Kant, W. escribe, "el conjunto de todas mis experiencias es mi mundo" o "mi autoconciencia es mi mundo".

Doy por finalizada esta entrada. 24/04/2018

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