(c) Mi Tractatus IVL
"El hombre posee la capacidad de construir lenguajes en los que cualquier sentido resulte expresable, sin tener la menor idea de cómo y qué significa cada palabra. Al igual que se habla sin saber cómo se producen los diferentes sonidos. El lenguaje ordinario es una parte del organismo humano y no menos complicado que éste. Es humanamente imposible extraer de él inmediatamente la lógica del lenguaje. El lenguaje disfraza el pensamiento. Y de modo tal, en efecto, que de la forma externa del ropaje no puede deducirse la forma del pensamiento disfrazado; porque la forma externa del ropaje está construida de cara a objetivos totalmente distintos que el de permitir reconocer la forma del cuerpo. Las convenciones tácitas para la comprensión del lenguaje ordinario son enormemente complicadas. " 4.002. W. asevera que el lenguaje disfraza el pensamiento, la imagen lógica de los hechos. Se dice que la Historia es escrita por los vencedores y ciertamente, después de una guerra civil, los contenidos educativos varían enormemente. Unos contenidos invariables con un lenguaje correcto y específico, podría hacer variar también la imagen lógica de los hechos. El lenguaje ordinario es para un lógico, una herramienta imprecisa que posibilita la confusión, el doble sentido y la tergiversación. Es ciertamente curioso que una gran mayoría de políticos hayan cursado la carrera de derecho. El lenguaje legal, la lógica de la jurisprudencia está inmersa dentro de la lógica política, ya que el político tiene que presentar, defender u oponerse a proyectos de ley en los parlamentos. El lenguaje ayuda al político a ganar unas elecciones y también le ayuda a presentar y defender leyes o decretos. Detrás del lenguaje político de éxito existe una lógica basada en una imagen de los hechos, una imagen de una configuración de objetos, un estado de cosas. Sin embargo, esta lógica linguística jurídica y también política queda oculta. Existe desde luego, dentro de esta lógica, una estructura circular y un punto central, que sirve al político y al jurista, de base o nexo, para alargar los discursos, segmentos fónicos linguísticamente coherentes y también para establecer un nivel que pueden variar a placer, teniendo en cuenta la cultura, la edad o la clase social de los oyentes. W. escribe sobre el lenguaje ordinario como un conjunto de convenciones tácitas complejas. Este lenguaje está lleno de slang, de usos cotidianos algunas veces dependientes de la edad o de la moda, usos pasajeros, muchas veces incorrectos y no recogidos en la real academia de la lengua hasta que se propagan y se convierten en bagaje habitual de los hablantes. Existen distintos lenguajes según el individuo trabaje en la calle, en una oficina o en un restaurante. Los individuos se agrupan socialmente a partir de un lenguaje, de una lógica linguística. Jerga, slang o argot representan distintos signos sociales. El lenguaje de una clase social es una interrelación entre hecho psicológico, hecho económico y hecho político. El hecho psicológico es para el marxismo, una conciencia de clase y para el capitalismo, un status de seguridad.
"La mayor parte de las proposiciones e interrogantes que se han escrito sobre cuestiones filosóficas no son falsas sino absurdas. De ahí que no podamos dar respuesta en absoluto a interrogantes de este tipo, sino sólo a constatar su condición de absurdos. La mayor parte de los interrogantes y proposiciones de los filósofos estriban en nuestra falta de comprensión de nuestra lógica linguística. (Son del tipo del interrogante de si lo bueno es más o menos idéntico que lo bello). Y no es de extrañar que los más profundos problemas no sean problema alguno." 4.003. El cogito ergo sum de Descartes podría pertenecer a este tipo de proposiciones filosóficas. De hecho esto da pie a Unamuno para establecer que los cangrejos podrían hipotéticamente pensar y realizar operaciones matemáticas complejas, ya que, sin duda alguna, existían. El pienso luego soy, puede convertirse lógicamente en no soy luego no pienso, frase extraña que no puede ser escrita por alguien que no es. El cogito ergo sum de Descartes es, para W., absurdo. Evidentemente, ninguna cosa o animal podrá determinar su propia inexistencia a partir de la anterior proposición. Pensar es simplemente para W. construir una imagen lógica de los hechos. Sin embargo, el fallo, el error de este tipo de proposición se encuentra en la lógica linguística utilizada. Son absurdos porque la lógica utilizada no tiene sentido. Pensar requiere de proposiciones con sentido.
Doy por finalizada la entrada. 13/12/2017
"El hombre posee la capacidad de construir lenguajes en los que cualquier sentido resulte expresable, sin tener la menor idea de cómo y qué significa cada palabra. Al igual que se habla sin saber cómo se producen los diferentes sonidos. El lenguaje ordinario es una parte del organismo humano y no menos complicado que éste. Es humanamente imposible extraer de él inmediatamente la lógica del lenguaje. El lenguaje disfraza el pensamiento. Y de modo tal, en efecto, que de la forma externa del ropaje no puede deducirse la forma del pensamiento disfrazado; porque la forma externa del ropaje está construida de cara a objetivos totalmente distintos que el de permitir reconocer la forma del cuerpo. Las convenciones tácitas para la comprensión del lenguaje ordinario son enormemente complicadas. " 4.002. W. asevera que el lenguaje disfraza el pensamiento, la imagen lógica de los hechos. Se dice que la Historia es escrita por los vencedores y ciertamente, después de una guerra civil, los contenidos educativos varían enormemente. Unos contenidos invariables con un lenguaje correcto y específico, podría hacer variar también la imagen lógica de los hechos. El lenguaje ordinario es para un lógico, una herramienta imprecisa que posibilita la confusión, el doble sentido y la tergiversación. Es ciertamente curioso que una gran mayoría de políticos hayan cursado la carrera de derecho. El lenguaje legal, la lógica de la jurisprudencia está inmersa dentro de la lógica política, ya que el político tiene que presentar, defender u oponerse a proyectos de ley en los parlamentos. El lenguaje ayuda al político a ganar unas elecciones y también le ayuda a presentar y defender leyes o decretos. Detrás del lenguaje político de éxito existe una lógica basada en una imagen de los hechos, una imagen de una configuración de objetos, un estado de cosas. Sin embargo, esta lógica linguística jurídica y también política queda oculta. Existe desde luego, dentro de esta lógica, una estructura circular y un punto central, que sirve al político y al jurista, de base o nexo, para alargar los discursos, segmentos fónicos linguísticamente coherentes y también para establecer un nivel que pueden variar a placer, teniendo en cuenta la cultura, la edad o la clase social de los oyentes. W. escribe sobre el lenguaje ordinario como un conjunto de convenciones tácitas complejas. Este lenguaje está lleno de slang, de usos cotidianos algunas veces dependientes de la edad o de la moda, usos pasajeros, muchas veces incorrectos y no recogidos en la real academia de la lengua hasta que se propagan y se convierten en bagaje habitual de los hablantes. Existen distintos lenguajes según el individuo trabaje en la calle, en una oficina o en un restaurante. Los individuos se agrupan socialmente a partir de un lenguaje, de una lógica linguística. Jerga, slang o argot representan distintos signos sociales. El lenguaje de una clase social es una interrelación entre hecho psicológico, hecho económico y hecho político. El hecho psicológico es para el marxismo, una conciencia de clase y para el capitalismo, un status de seguridad.
"La mayor parte de las proposiciones e interrogantes que se han escrito sobre cuestiones filosóficas no son falsas sino absurdas. De ahí que no podamos dar respuesta en absoluto a interrogantes de este tipo, sino sólo a constatar su condición de absurdos. La mayor parte de los interrogantes y proposiciones de los filósofos estriban en nuestra falta de comprensión de nuestra lógica linguística. (Son del tipo del interrogante de si lo bueno es más o menos idéntico que lo bello). Y no es de extrañar que los más profundos problemas no sean problema alguno." 4.003. El cogito ergo sum de Descartes podría pertenecer a este tipo de proposiciones filosóficas. De hecho esto da pie a Unamuno para establecer que los cangrejos podrían hipotéticamente pensar y realizar operaciones matemáticas complejas, ya que, sin duda alguna, existían. El pienso luego soy, puede convertirse lógicamente en no soy luego no pienso, frase extraña que no puede ser escrita por alguien que no es. El cogito ergo sum de Descartes es, para W., absurdo. Evidentemente, ninguna cosa o animal podrá determinar su propia inexistencia a partir de la anterior proposición. Pensar es simplemente para W. construir una imagen lógica de los hechos. Sin embargo, el fallo, el error de este tipo de proposición se encuentra en la lógica linguística utilizada. Son absurdos porque la lógica utilizada no tiene sentido. Pensar requiere de proposiciones con sentido.
Doy por finalizada la entrada. 13/12/2017
Comentarios
Publicar un comentario