(c) Mi Tractatus XL
"Una función no puede ser su propio argumento debido a que el signo proposicional contiene ya la imagen primitiva de su argumento y no puede contenerse a sí mismo. Supongamos, por ejemplo, que la función F(f(x)) pudiera ser su propio argumento; habría entonces, una proposición: F(F(f(x))) y en ella la función externa F y la función interna F, deberían tener significados diferentes, dado que la interna tiene la forma &(f(x)), la externa la forma $(&(f(x))). Común a ambas funciones es sólo la letra F, que, sin embargo, sola nada consigna. Esto queda inmediatamente claro si en lugar de escribir F(F(u)) escribimos Existe &: F(&u), $u=Fu. Desaparece así la paradoja de Russell" 3.333. W. en este caso, utiliza funciones compuestas a pesar de que el mismo ejemplo puede realizarse con funciones simples como F(x,y) de dos variables. Si definimos una función f(x,y)=2x+y, creando de nuevo una función f(f(x,y),y) obtenemos un error del tipo "la caja índice no puede encontrarse dentro de la caja índice". Con funciones sucede exactamente lo mismo. No podemos encontrar la función dentro de la función. Para un programador de ordenadores supone que no se puede invocar el nombre de una subrutina dentro de la misma subrutina. Si creamos una subrutina llamada mundo que visualice un mapa del mundo en pantalla, no podremos dentro de la subrutina llamarla, ya que el programa no la encontrará. No señalará que no la puede encontrar sino que producirá un error lógico que detiene el programa. La subrutina no puede encontrarse dentro de la misma subrutina. La caja índice no puede encontrarse dentro de la misma caja. Este problema era llamado la paradoja de Russell,un enunciado contradictorio aceptado. Todo esto significa que no se puede explicar la existencia de Dios, utilizando a Dios y no se puede establecer la definición de una definición.
"Las reglas de la sintaxis lógica tienen que comprenderse por sí mismas, con solo saber cómo designa cada signo" 3.334. Si buscamos en un diccionario la palabra capital, obtendremos una cantidad de definiciones que dependerá de la época y de los autores. Podremos escribir que existe históricamente el capital comercial, industrial, financiero, productivo, improductivo, constante, variable, fijo, circulante...etc. Sin embargo, en economía el capital se designa con la consonante del alfabeto K y la variación del capital, es lo que se llama inversión. Un economista reconoce el signo K inmediatamente y no se escribe C ya que C es el signo utilizado para la palabra capital dentro de la rama de matemáticas financieras o el macroagregado consumo. Un empleado de banca reconoce el símbolo C como capital financiero pero será indudablemente un átomo de carbono, para cualquier químico.
"La proposición posee rasgos esenciales y casuales. Casuales son los rasgos que emanan del modo peculiar de elaboración del signo proposicional. Esenciales, sólo los que capacitan a la proposición para expresar su sentido." 3.34. W. con esta proposición plantea la posibilidad de que un signo proposicional posea rasgos peculiares. El signo existe, o pertenece, el signo de una derivada parcial o de una integral, podrían pertenecer al conjunto de modos peculiares de elaboración. De hecho, muchos signos y símbolos matemáticos forman parte de las matemáticas dentro del lenguaje o de la sintaxis. Antiguamente, el símbolo de integral, derivada parcial... aparecían frecuentemente en los textos. En algunos textos franceses de la Edad Media aparecen símbolos matemáticos como el de pertenencia y superíndices, utilizados como vocales o consonantes. Evidentemente, el alfabeto griego es el origen de múltiples símbolos. El conocimiento se disgrega o se especializa lo que indica que originariamente todo el conocimiento estaba concentrado dentro de un único punto, idea similar a teorías materialistas del origen del Universo a partir de una concentración de masa bajo un tiempo sin forma específica. En lenguajes de programación los campos pueden ser alfanúmericos (letras y números), numéricos o solamente texto. La escritura de un médico al prescribir una receta tiene rasgos casuales (zufällige Züge), y esenciales.
Doy por finalizada esta entrada. 01/12/2017
"Una función no puede ser su propio argumento debido a que el signo proposicional contiene ya la imagen primitiva de su argumento y no puede contenerse a sí mismo. Supongamos, por ejemplo, que la función F(f(x)) pudiera ser su propio argumento; habría entonces, una proposición: F(F(f(x))) y en ella la función externa F y la función interna F, deberían tener significados diferentes, dado que la interna tiene la forma &(f(x)), la externa la forma $(&(f(x))). Común a ambas funciones es sólo la letra F, que, sin embargo, sola nada consigna. Esto queda inmediatamente claro si en lugar de escribir F(F(u)) escribimos Existe &: F(&u), $u=Fu. Desaparece así la paradoja de Russell" 3.333. W. en este caso, utiliza funciones compuestas a pesar de que el mismo ejemplo puede realizarse con funciones simples como F(x,y) de dos variables. Si definimos una función f(x,y)=2x+y, creando de nuevo una función f(f(x,y),y) obtenemos un error del tipo "la caja índice no puede encontrarse dentro de la caja índice". Con funciones sucede exactamente lo mismo. No podemos encontrar la función dentro de la función. Para un programador de ordenadores supone que no se puede invocar el nombre de una subrutina dentro de la misma subrutina. Si creamos una subrutina llamada mundo que visualice un mapa del mundo en pantalla, no podremos dentro de la subrutina llamarla, ya que el programa no la encontrará. No señalará que no la puede encontrar sino que producirá un error lógico que detiene el programa. La subrutina no puede encontrarse dentro de la misma subrutina. La caja índice no puede encontrarse dentro de la misma caja. Este problema era llamado la paradoja de Russell,un enunciado contradictorio aceptado. Todo esto significa que no se puede explicar la existencia de Dios, utilizando a Dios y no se puede establecer la definición de una definición.
"Las reglas de la sintaxis lógica tienen que comprenderse por sí mismas, con solo saber cómo designa cada signo" 3.334. Si buscamos en un diccionario la palabra capital, obtendremos una cantidad de definiciones que dependerá de la época y de los autores. Podremos escribir que existe históricamente el capital comercial, industrial, financiero, productivo, improductivo, constante, variable, fijo, circulante...etc. Sin embargo, en economía el capital se designa con la consonante del alfabeto K y la variación del capital, es lo que se llama inversión. Un economista reconoce el signo K inmediatamente y no se escribe C ya que C es el signo utilizado para la palabra capital dentro de la rama de matemáticas financieras o el macroagregado consumo. Un empleado de banca reconoce el símbolo C como capital financiero pero será indudablemente un átomo de carbono, para cualquier químico.
"La proposición posee rasgos esenciales y casuales. Casuales son los rasgos que emanan del modo peculiar de elaboración del signo proposicional. Esenciales, sólo los que capacitan a la proposición para expresar su sentido." 3.34. W. con esta proposición plantea la posibilidad de que un signo proposicional posea rasgos peculiares. El signo existe, o pertenece, el signo de una derivada parcial o de una integral, podrían pertenecer al conjunto de modos peculiares de elaboración. De hecho, muchos signos y símbolos matemáticos forman parte de las matemáticas dentro del lenguaje o de la sintaxis. Antiguamente, el símbolo de integral, derivada parcial... aparecían frecuentemente en los textos. En algunos textos franceses de la Edad Media aparecen símbolos matemáticos como el de pertenencia y superíndices, utilizados como vocales o consonantes. Evidentemente, el alfabeto griego es el origen de múltiples símbolos. El conocimiento se disgrega o se especializa lo que indica que originariamente todo el conocimiento estaba concentrado dentro de un único punto, idea similar a teorías materialistas del origen del Universo a partir de una concentración de masa bajo un tiempo sin forma específica. En lenguajes de programación los campos pueden ser alfanúmericos (letras y números), numéricos o solamente texto. La escritura de un médico al prescribir una receta tiene rasgos casuales (zufällige Züge), y esenciales.
Doy por finalizada esta entrada. 01/12/2017
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